Lee - Artículos

Moni Saldaña: La importancia de encontrar el balance para ser poderosas

Lizzy Zubieta conversó con Moni Saldaña,una de las fundadoras y promotoras del festival mexicano NRMAL, sobre la importancia de sumarle pasión, amor propio, autocuidado y emociones a todo lo que hacemos.

Por Lizzy Zubieta (Poua Magazine)

Moni Saldaña es una de las fundadoras y promotora del festival mexicano NRMAL, iniciativa latinoamericana que desde el 2010 busca visibilizar y promover el desarrollo de la música independiente y el escenario artístico en México. Es directa, deslenguada y se lanza sin miedo a seguir sus sueños y a contribuir en la creación de una escena musical mexicana -y latinoamericana- más robusta, diversa y profesional.

En 2016 participó en nuestro panel “Desde la Industria” en Ruidosa Fest CDMX 2016, donde tuvimos la oportunidad de conversar sobre el valor de la música como agente transformador y su experiencia como promotora y gestora cultural en la industria musical mexicana. 

Así como ella, son muchas las mujeres que me sorprenden y conmueven. Es maravilloso darse cuenta que somos más cercanas de lo que podría parecer, si bien, no en logros o caminos profesionales, si en términos personales e incluso espirituales. Una de mis mujeres poderosas favoritas, es ella. Su determinación es contagiosa, pero vale la pena aclarar que sus alcances profesionales germinan desde su consciencia como mujer y ser humano.

 

¿Alguna vez te imaginaste cómo se consolidaría el festival y tu carrera dentro de la industria musical?

No, pero es muy bonito porque desde que era niña me encantó la música. En mi familia nadie había sido músico o artista, solo habíamos sido fans como cualquier persona. Desde que era muy chica, me gustaba ir a conciertos. Entonces invitaba a mis amigas a tocadas de Pop en Monterrey y ellas eran como “¿A dónde nos estás trayendo?” pero para mí era muy chido poder descubrir nueva música.

Nrmal comenzó en 2010 en Monterrey. Antes de eso, desde 2007, eran fiestas y conciertos. En ese entonces, comenzaron a pasar cosas súper interesantes musicalmente hablando en Nuevo León y yo era como “¡Wow! ¿Qué es esto?”. Recuerdo particularmente a un artista que trajeron de Francia, eran cosas que no veías tan seguido en la ciudad y yo quería ser parte de eso, entonces escribí un mail y fue como “¡Hey! Quiero ser parte de Nrmal”. Mi lógica era escribir en el blog, pero nunca me imaginé cómo se iba a desarrollar.

En ese momento, sentí que debía tomar un riesgo, algo así como dejar un trabajo estable o cambiar de carrera. Me dejé ir con ese feeling, pensé “Esto es lo que quiero hacer, y ahí fue cuando tomé la decisión de hacer esto” y aunque no tenía expectativas, algo me hacía pensar que esto era algo muy especial y que eso fue lo que me hizo querer ser parte. Agradezco las oportunidades que me ha traído a mi desarrollo personal y profesional porque es chidísimo que tu carrera profesional pueda convivir con tu vida personal.

Y, como dato curioso, casi todas las personas que somos parte de la industria musical estudiamos comunicación. Menciono esto porque demuestra cómo vamos aprendiendo de nuestro ecosistema durante la práctica; nadie nos dijo cómo dirigir una revista o un festival musical.

Yo comencé a colaborar en el blog de Nrmal en 2008 y, dos años después, inició el festival. Ahí fue cuando me involucré en la organización y durante dos años fui escalando. Primero fui una especie de voluntaria, luego tuve un trabajo en una revista multimedia de Monterrey y cuando comenzó el festival en forma, fue cuando Pablo, uno de los fundadores y que actualmente sigue siendo el creador y por quien sigue este proyecto a flote, me invitó a ser parte. Y sí, al principio no tenía idea de nada al igual que todo el equipo pero fuimos creciendo en el camino a la par del proyecto. Eso es lo padre de esta industria, aunque también es muy difícil, cambiante y demandante. Es chingón porque siempre puedes evolucionar y es lo interesante. 

Jamás tuvimos idea de lo que estábamos haciendo con Nrmal pero siempre fuimos muy conscientes de que hay que ser muy profesionales y eso es lo que yo muchas veces trato de compartir con la gente que está comenzando. Aunque seas independiente y no tengas los recursos suficientes, puedes ser muy profesional y dar lo mejor de ti, eso hace la diferencia. No importa que recién comienzas con un proyecto cultural, tienes que ser consciente de tu responsabilidad y de cómo afecta a más personas, laboralmente hablando y en cuestión de emociones.

¿Qué piensas de las personas que ven a otres de la industria como competencia?

Es un pensamiento old school sobre la competencia, ya pasó; a mí me interesa que tengamos una industria más sana y profesional. Eso solamente nos va a enriquecer a todos. Por ejemplo, quiero que las bandas que tocaron en mi festival, puedan ir a otros lugares y ¿sabes? también mis colegas, gente de producción, los medios de comunicación… es muy importante esa parte de poder compartir. Yo quiero que a esa gente le vaya chido.

Algo que me encanta de Nrmal es que no es un festival común. Su line up tiene a artistas del underground y me parece un mérito tremendo que después de 10 años, sigan teniendo éxito.

¿Cómo formaron a su audiencia y cómo los convencieron de cortar un ticket?

Para ser súper honesta, sigue siendo un reto. O sea, hasta marzo de este año, fue la onceava edición del festival y claramente siempre es un reto porque hay muchísima oferta y muchísimos festivales (antes de la pandemia). Hay muchas cosas pasando pero creo que lo padre es la comunidad que hemos construido a lo largo de estos años. Tal vez nuestra audiencia no sea de cientos de miles pero son personas que conectan apasionadamente con el festival y confían en nosotros porque tal vez no conozcan a los artistas del cartel pero confían en que serán propuestas súper interesantes que van a descubrir y les gustarán. No a todo el mundo le tiene que gustar todo pero la música es de las cosas más chingonas que tenemos y voy a salir con mi comentario cursi pero, es de las cosas más bonitas que podemos disfrutar; entonces, qué chingón que haya tantas cosas sucediendo y que todo tipo de personas, con todo tipo de gustos, pueda encontrar este formato. 

El tipo de programación musical que hacemos es el tipo de experiencia que nos gustaría vivir para nosotros, lo que nos gusta como fans. Creo que de ahí viene esa sensibilidad. Hay muchas cosas nuevas sucediendo pero creo que todos hemos encontrado nuestro nicho, eso que nos hace diferente a los demás y por eso es que podemos coexistir. Esto nos ha permitido ser una oferta distinta a las demás pero como tú comentas, es algo que nos ha costado años. 

¿Cómo describirías la música en vivo?

Tenemos acceso a tanta música que a veces no nos detenemos a poner atención; tal vez te gustó una canción y no te detuviste a dar un like o a seguir a ese artista, entonces para mi es súper importante esta cuestión de la música en vivo y de poder darle un poquito más de atención a esa propuesta en escena. La energía que se genera en un show en vivo es súper interesante; por ejemplo, hay música que hemos presentado en el festival pero si te soy sincera, son artistas que no escucharé a diario, pero verla en vivo transmite una energía shockeante. Está bien padre la sensación y la energía que se genera en vivo; hemos tenido artistas que la gente ni siquiera se espera y de repente es como “¡Wow, qué chingón! Nunca hubiera visto esto”.

¿Qué tan beneficioso fue para ustedes mudar el festival de Monterrey a la Ciudad de México?

Siempre digo que el festival es lo que es porque nació en Monterrey, pero la mejor decisión que tomamos en ese momento, fue mudarlo a CDMX por la falta de espacios que teníamos. Si nos quedábamos allá, el festival iba a ser mucho más pequeño, además es mucho más accesible viajar a la capital, tanto como para el talento como para los fans. Estar en la Ciudad de México, nos permite crecer y desarrollarnos.

Nrmal es uno de los festivales que ha tenido mayor presencia femenina en sus carteles, lo que proyecta el compromiso que tiene con la música y con los tiempos que acontecen actualmente. Eso se ha vuelto algo súper importante incluso fuera de la parte profesional. Para mí, se volvió una cuestión de que si yo tengo a la mano esta plataforma y si en mi vida personal quiero ver esos cambios, pues yo tengo que accionar desde lo que yo tenga. Sería súper ilógico e incoherente luchar día a día, postear en mis redes sociales y salir a marchar en pro de la mujer, y no ser inclusiva desde mi festival. Yo creo que las artes son agentes de cambio y uno tiene que luchar por las cosas que le hacen sentido y le apasionan. Conforme ha pasado el tiempo, he aprendido que tienes que moldear tu personalidad para salir adelante 

¿Has tenido momentos en los que has dudado sobre tus capacidades hacia tus proyectos?

Si, totalmente. Siempre he sido muy responsable, me involucro en todo lo que hago al cien y he aprendido durante el camino. No solo como profesionista, sino también como persona. Tienes que hacer que tu voz se escuche pero también tienes que aprender a escuchar a los demás… nunca dejas de aprender. Tenemos que ser conscientes de cómo nuestras acciones y nuestro lenguaje afectan a los demás y cómo nuestras plataformas o festivales o lo que tengamos a la mano afecta a otros. A nivel personal, he tenido que aprender mucho de mí misma; tus habilidades cambian y tu inteligencia emocional te ayuda a no tomarte las cosas tan a pecho y a entender que hay situaciones que no son personales y que van más allá de ti. Ser mujer en esta industria ha cambiado con el paso del tiempo, pero aún sigue siendo predominada por hombres. 

He dudado muchísimo y ha habido veces que he querido tirar la toalla pero agradezco que la pasión por este proyecto me ha mantenido, aunque suene cursi, es la realidad.  Es esa pasión la que nos lleva a arriesgarnos y hacer las cosas diferentes pero con el mismo propósito que es poner música chingona en el festival y generar experiencias que conecten con la gente, eso siempre me deja muy satisfecha y siempre que tengo oportunidad, hablo mucho de esto porque es algo que me llena muchísimo.

¿Cómo has podido relacionar tu propósito de vida con tu vida personal? ¿Cómo mantienes el equilibrio? 

Qué bueno que lo mencionas porque se relaciona a lo que estábamos hablando: ese crecimiento puede notarse en que en las primeras ediciones del festival, me desvelaba mucho, no comía bien y en general no me cuidaba lo suficiente, pero después empecé a mirar hacia adentro, hacia mi lado personal y aunque profesionalmente me sentía muy poderosa, no sentía lo mismo con mi interior. Cuando hice ese click de conciencia, empezaron a cambiar esas prioridades y, también como tú mencionas, se tiene que generar ese balance de “Oye, también tengo que darme tiempo para mí, cuidarme y tomar decisiones más saludables sobre mis aspectos emocionales, físicos etc. etc.”.

Sé que no todos somos afortunados al no tener que preocuparnos de nuestra chamba o de cómo vamos a sobrevivir, pero quienes sí tenemos que preocuparnos por eso, creo que te haces más consciente y piensas que si bajas la guardia, se te pueden ir las oportunidades. Pero, a la vez, pienso que cuando entendemos que estar bien nosotras mismas nos ayudará a hacer un mejor trabajo, podremos dar una mejor cara y ahí es donde el verdadero balance entra y donde nos volvemos más poderosas. Para mí, ese fue un camino súper interesante porque si yo nunca me lo hubiera cuestionado, porque sentía que solo importaba mi aspecto profesional y los resultados, nunca habría comprendido que es súper importante la cuestión de salud física y emocional.

¿Te has dado cuenta de que somos una generación que comienza a pensar en todas las aristas de nuestra salud? Incluso comienza a verse reflejado en los proyectos musicales…

Exacto, nos falta mucho por desaprender más que por aprender, pero si está increíble que cada vez haya más espacios donde se expresen los sentimientos. En mi equipo de trabajo ha sido algo que hemos trabajado mucho, realmente nos vemos como personas donde obviamente nos reconocemos como jefes, jefas, colegas pero también como seres humanos. Todo empieza desde cómo nos hablamos a nosotros mismos, eso se refleja en cómo le hablas a los demás. A mí me gusta mucho que comiencen a generarse cosas desde esta conciencia porque esto cambiará las cosas para bien.

Que esa sea nuestra nueva normalidad…

Exacto y en todos los sentidos, no solo en lo profesional sino, en lo personal; estar más en contacto con nuestras emociones con respecto a cómo nos sentimos. Respetar lo que el otro piensa y tener esa madurez e inteligencia de tener Revolutionary Conversations… poder hablar sin el ego, escuchando realmente a la otra persona. Creo que eso es lo que va a empezar a construir y ojalá que cuando volvamos al rush del día a día, no se nos olvide todo esto que estamos reflexionando.

¿Qué te ha aportado el festival y cómo se refleja en tu persona? ¿En qué le has aportado al festival? 

Uy que difícil… Esto no lo hablo solo por mi sino por mis compañeras que ya llevamos muchos años trabajando juntas, Natalia y Claudia en particular; creo que esa parte de sensibilidad al vernos y reconocernos como personas. Somos tres morras súper apasionadas de lo que nos interesa y lo que nos gusta, entonces creo que hemos defendido muchas cuestiones a lo largo de estos años. En lo personal, creo que me ha dado menos miedo dar mi punto de vista y defender las cosas en las que realmente creo y no solo porque yo digo que yo creo en ellas, sino que también las digo con fundamentos… creo que esa parte se ha reflejado y lo que hablábamos hace un rato en el tema particular de las mujeres: para mí se ha vuelto súper importante y se me hace chingón que se refleje en lo que estamos haciendo como festival, así  que rescataría esos dos puntos. 

Y el festival me ha permitido crecer en todas las formas posibles, profesional y personalmente me ha dado de las mejores experiencias musicales y personales que he tenido. Me ha dado muchísima fortaleza emocional. Yo soy alguien que desde chiquita soy súper emocional y lloro por todo y esa cuestión aún la conservo a flor de piel… el festival me ha hecho no dejar eso de lado. Me gusta escuchar esas emociones pero no permito que me cambien o me nublen el poder tomar decisiones. Siento que tu trabajo moldea tu personalidad y las personas te conocen por esa chamba así que se convierte en tu apellido. Agradezco demasiado esta cuestión y realmente me siento muy afortunada de poder llamar a esto, mi trabajo.

 

En este video Moni nos cuenta la importancia de hacer ruido en el actual contexto en que vivimos: 

Colabora con nosotras

Buscador

Translate »