Los medios feministas Ruidosa y LatFem, en alianza trasandina, realizaron una encuesta a 50 periodistas musicales, productoras, mánagers y músicas de Latinoamérica y el Caribe para saber cuáles fueron los discos producidos por mujeres, lesbianas, trans o NB que marcaron su vida. Revisa los resultados.
Decidimos contar nuestra propia historia. Reconocer a las artistas y los discos que marcaron nuestra vida personal, porque en ese ejercicio común hay una acción colectiva. Los discos personales para una chilena son casi los mismos que para una colombiana o una mexicana. La historia de este extenso y rico continente siempre fue regada por música popular interpretada, compuesta y escrita por mujeres, lesbianas, trans, travestis y no binares.
Desde las primeras canciones que escuchamos en la infancia, los posters que pegamos en la pared durante la adolescencia, a las canciones que nos acompañaron en los primeros amores o en los abrazos de las amigas, hasta las que tenemos tatuadas en el corazón y nos acompañan a grito pelado cada vez que nos quedamos a solas. Acá llegamos nosotras para reivindicar y recordar esos discos que no podemos olvidar, que nos conocemos de pe a pa, los acordes y la letra de esa canción.
Por eso, nos unimos con las argentinas LatFem para hacer la Encuesta sobre los discos de músicas latinoamericanas que marcaron tu vida y, así, entre todas, hacer un mapa de nuestra música. Convocamos a un grupo extenso de periodistas musicales, productoras, músicas organizadas y mujeres de la industria musical latinoamericana para votar sus discos preferidos de otras latinas. Votaron alrededor de 50 mujeres, lesbianas, no binaries y trans de la industria musical, desde argentinas y chilenas, brasileñas y uruguayas, peruanas y ecuatorianas, venezolanas y colombianas, mexicanas y latinas en Estados Unidos, de 20 años hasta 60 años, con trayectorias incipientes y experimentadas profesionales en los medios de comunicación musicales. Todas ellas nominaron a los diez discos más importantes de sus vidas, esos que marcaron sus momentos más personales. Sólo podían elegir solistas o artistas al frente de bandas latinoamericanas, de cualquier género musical y de cualquier época.
Shakira aparece en los listados personales una y otra vez
Shakira arrasó en el corazón de todas las votantes. Dónde están los ladrones? (1998) y Pies descalzos (1995), el tercer y cuarto disco de la colombiana, fueron elegidos como favoritos por las especialistas convocadas a lo largo y ancho del continente. Sin distinción de edad, de idioma ni de región, Shakira aparece en los listados personales una y otra vez.
Si se consideran los votos por discos, Dónde están los ladrones? es —por gran diferencia con el siguiente y los demás—, el más arraigado a la historia personal de las latinoamericanas. Ese disco, que es el álbum en español más vendido de la carrera de la cantante (para febrero de 2009 había vendido siete millones de copias alrededor del mundo) es el que más nos marcó y no tenemos dudas en decir que es el disco de una artista latinoamericana más importante en la historia. En 2020, la revista Rolling Stone lo ubicó en el puesto 496 de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos.
La periodista musical uruguaya Kristel Latecki resumió su voto así: “Es el primer disco de una artista latina que tuve, que escuché hasta el hartazgo; grité y lloré todas sus canciones. Fue sin dudas la primera que cantaba en mi idioma y me identificaba. Quería ser como ella”. Lo mismo que ella vivía con Dónde están los ladrones? también lo sintió Natalia Szendro en México: “Muchas niñas fuimos influenciadas directamente por Shakira y yo soy esa generación, en que me sentí identificada por primera vez con alguien a ese nivel. Ese disco lo atesoraré por toda mi vida y marcó el inicio de mi affaire con la música”, dijo la gerenta de Reactor 105.7fm, estación de radio pública del Instituto Mexicano de la Radio.
Pero claro, los únicos discos de la mega estrella colombiana que fueron votados en esta Encuesta sobre los discos de músicas latinoamericanas que marcaron tu vida durante marzo de 2021 fueron estos dos de los 90. “Con el paso de los años hemos transitado etapas de negación y apreciación de su carrera (lxs que éramos ‘rockerxs’ seguro despreciamos su crossover y su cabellera rubia), pero con la edad vienen los reconocimientos y es muy fácil ver el legado y el impacto profundo que ha dejado la Shaki”, agrega Kristel Latecki, que la nombra como icónica por haber marcado a varias generaciones.
Pies descalzos, su tercer disco, que lanzó a los 18 años, también recibió varias nominaciones. La periodista colombiana del medio argentino Indie Hoy y conductora del podcast Las Invitadas, Laura Camargo Niño, admite las opiniones encontradas que presenta la figura de Shakira, “porque ha cambiado de piel mil veces”, dice, en referencia a su alejamiento del rock, de la canción autoral, de la imagen de chica común latinoamericana para convertirse en una estrella mundial pop más. “Durante los noventa ella fue una artista arriesgada y rupturista que surgió de mi ciudad natal, donde solo se le daba lugar a la música tropical. Aquella Shakira tenía un montón para decir sobre la sociedad de su época, sobre sus primeros amores, sobre sus deseos y sus vulnerabilidades. Y lo dijo todo en este disco, yo la escuchaba en mi walkman cada tarde con una sonrisa enorme mientras volvía a casa de mi escuela católica”.
Los votos, las artistas y los discos
Entre Dónde están los ladrones? y el disco que le sigue en cantidad de votos hay una diferencia grande, casi el doble, sin embargo, hay artistas muy importantes que fueron nominadas por varios trabajos y que, si se suman los votos de todos esos discos, el resultado es que están mucho más cerca de Shakira de lo que se puede ver a simple vista. Si hacemos la suma de los votos de cada disco de una misma artista vemos que Natalia Lafourcade y Javiera Mena completan el podio de las artistas más valoradas.
La joven periodista musical en Sounds & Colours, Indie Rocks! y Tercer Parlante, Zoila Antonio Benito dice, desde Perú, que Natalia Lafourcade estuvo presente en casi todas las etapas de su vida. “Desde los cuatro años de edad, cuando aprendí la letra de ‘En el 2000’ al decir, irónicamente, que la ‘inocencia se acabó’, hasta darme una nueva oportunidad a mí misma escuchando todo el disco Hasta la raíz», la artista mexicana estuvo en su radar. «Además de seguir su proceso musical para llegar a ese apogeo, su trabajo es admirable e inspira a quien lo escucha” señala.
En el tercer lugar está Javiera Mena, quien tuvo votos por varios de sus discos pero Esquemas juveniles (2006) se levantó como uno de los más repetidos en las listas personales de las periodistas musicales, managers, críticas, y personal de la industria que completó la encuesta. Albina Cabrera, la argentina productora de contenidos latinoamericanos y co-host de El Sonido para la radio estadounidense KEXP 90.3, dijo: “Tenía 16 años cuando salió este álbum y lo único que escuchaba en ese momento era punk rock argentino hecho por hombres. Javiera me abrió una nueva narrativa del amor, del dolor, de la conjunción de todos estos sentimientos juntos. Me acompañó en la desgarradora etapa de crecer y en mi primer movimiento fuerte, mudarme de Mendoza a Buenos Aires. Me salvó la vida”.
En el caso de Aterciopelados, que se alza con el cuarto puesto, hubo un disco que brilló por encima de todos los demás. El dorado, lanzado en 1995, es uno de los álbumes más importantes en la historia de la música latinoamericana. Andrea Echeverri, desde Colombia, emitía una fuerza arrolladora de personalidad, mensaje e imágenes que se desplegó por todo el continente. “Este disco y Caribe atómico son referentes de música, pero también de estética y de que la música con discurso político, crítico y que se posiciona sobre los temas de la modernidad es lo más valioso de Aterciopelados. Hacer música para, con y a pesar de la industria musical”, dijo la comunicadora, trabajadora de la cultura e investigadora social Vanessa Bonilla Obando, de Quito, Ecuador.
Violeta Parra y Mercedes Sosa, dos enormes referentas de la canción latinoamericana, aparecen prácticamente en todas las listas personales con distintos álbumes. Maria Elena Walsh también cuando se resalta la música de la niñez. Las brasileñas, uruguayas y algunas argentinas hicieron especial hincapié en reconocidas exponentes de la música popular brasileña: Marisa Monte, Elis Regina y Rita Lee.
Carla Arias Henríquez, manager y gestora cultural chilena eligió a la inigualable Violeta Parra, quien marcó a muchas generaciones con su disco Últimas composiciones. “Es una referente para cualquier artista chilenx y una de las claves para entender la música y la realidad de Chile, mi país. Por eso la elegí, porque gracias a su experimentación mi cabeza se abrió a escuchar sonidos muy diversos, desde la cueca a un universo infinito”.
Los sonidos en la infancia quedan para toda la vida. Paula Rivera, gestora cultural argentina, eligió el disco Mercedes Sosa en Argentina de 1982, que se editó cuando ella tenía dos años. “Desde ese momento sonaba en casa, en cassette, y durante años fue la banda de sonido de cada domingo, ¡lo tengo grabado en mi disco rígido humane! Lo escucho y voy a mi infancia al instante”. El poder de las voces tradicionales es inigualable porque forman parte de nuestra educación sentimental. La periodista musical de São Paulo, Brasil, Renata Simões, eligió como primer puesto a Flagra (1984), de Rita Lee, porque era el que escuchaba en su casa, de niña, a través del tocadiscos de su madre, «y porque todavía suena aquí en casa», dice. «Ese disco que apenas suena, en el primer acorde cantas tú, que cambió la historia de la música de Brasil, un disco donde la artista representa los diversos viajes que puede tener la música, cómo evolucionar y seguir revolucionando».
Algunas joyas encontradas
En la música pop latina, Selena y su Amor prohibido (1994) aparecen en varias oportunidades. Suzy Expósito, la periodista musical de Los Angeles Times y exeditora latina de Rolling Stone Estados Unidos es una fiel defensora de su obra, esta vez no fue distinta. «Selena Quintanilla-Pérez no era solo una estrella tejana, sino que era una genia del pop estadounidense, que nos quitaron demasiado pronto. También representó la cultura única de las latinas nacidas y criadas entre inmigrantes en los Estados Unidos; su español nunca fue perfecto, pero su amor por su cultura brilló por encima de todo».
En ese sentido, el último disco de Kali Uchis, el primero en español, que salió en 2020, Sin miedo (del amor y otros demonios) apareció por aquí y por allá con una tímida pero repetida influencia entre las encuestadas.
También hubieron algunas sorpresas: Juana Molina recibió votos en todo el continente y por distintos discos. Halo, que se publicó en 2017, fue el más nombrado. Lourdes Serrano Eguiluz, periodista musical independiente de México lo eligió. «Me enseñó que un nuevo lenguaje era posible, mecerse en los sonidos y convocar a tu propio cuerpo para que participe de la creación de un nuevo modo de conducirse entre las canciones y en el escenario, de relacionarse entre generaciones y espectros de emoción».
Como una leyenda pasa Edad senil, el disco de la banda de culto colombiana Danny Dodge entre los resultados de la encuesta. María José Camargo de Colombia es música, escritora, compositora y fundadora del colectivo Todopoderosa. «Ver a Isolde (Cortés, cantante de la banda) en vivo me hizo querer ser front girl de rock. Actitud. Buenas letras». Un punk ska latino en un cassette editado en 1994 y que hoy es un mito musical de Bogotá.
En México no se quedan atrás. Cynthia Flores, directora de la revista Indie Rocks! eligió a Il Visore Lunatique (2012) de la banda de chicas Descartes a Kant como su preferido. «Su nivel de composición es complejo y ejecución es impresionante. Este disco marcó una evolución en la cualidad de una banda liderada por mujeres. Siguen necias en compartir sonidos, arte y experiencias en vivo que no siempre son muy recibidos en el mainstream«.
Otras colegas mexicanas también nombraron a las Ultrasónicas y a Jessy Bulbo como parteaguas en la música mexicana. «Telememe (disco de Jessy Bulbo de 2011) marcó todo, en mi vida y también en la historia del rock en México», cuenta Alejandra Acosta Chávez, periodista y música.
En Brasil, las periodistas musicales resaltan una artista nueva, que está revolucionando la escena musical del enorme país. Isabela Yu de la revista Balaclava y Monkeybuzz, de São Paulo, eligió el disco que más la impactó en el último tiempo. No fue la única que lo votó, pero ella lo definió así: «Pajubá de Linn da Quebrada es el disco de la década. Celebrando y expresando la juventud brasileña LGBTQ+, el disco retrata de una forma maravillosa la forma en la que se habla en las calles. Es un disco minimalista con mucha atención puesta en los beats y las vocales, que suenan muy bien».
La ecuatoriana Vanessa Bonilla Obando también resaltó el disco en vivo de Linn da Quebrada en Estúdio Showlivre y el documental Bixa travesty, que le acercó una escena desconocida para ella hasta el momento: «Este disco en vivo pone en escena la potencialidad y la fortaleza de una mujer que tiene una historia dura y hermosa a la vez, y un futuro que solo es una maravillosa promesa».
Si bien recibimos una gran cantidad de respuestas, también nos pasó que hubo profesionales convocadas que no pudieron completar la encuesta porque reconocían no haber sido influenciadas por músicas latinoamericanas. Por más que sorprenda ahora, durante toda su vida se había despreciado a la producción y las artistas latinas en los medios de comunicación, y eso se ve ahora reflejado en su lista personal.
Barbi Recanati, la artista y directora del sello Goza Records, nombró tres discos: Horario invertido de las She Devils, Donde estan los ladrones? de Shakira y El dorado de Aterciopelados. «La verdad es que esta encuesta pone en evidencia la ausencia de referentes latinas en mi vida. Siempre fui fanática del punk, del rock y las mujeres en mi vida siempre eran anglos, las voces que encontraba en el rock eran melódicas, dulces y alejadas de lo que me gustaba. Hoy es distinto, hoy podría hacer un top 100 de discos que escucho con mujeres latinas, pero que hayan marcado mi vida, solo recuerdo esos tres».