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La científica brasileña combatiendo prejuicios en Latinoamérica

Conversamos con Luisa Lina Villa, una de las mujeres que desarrolló la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano, sobre su lucha y trabajo por una educación y salud reproductiva y sexual sana, informada y accesible para todos y todas.

 

A raíz del día de mundial de la concientización sobre el virus del papiloma humano (HPV o VPH), tuvimos una breve conversación con la fabulosa Luisa Lina Villa, científica brasileña que trabajó en el desarrollo de la vacuna contra el HPV. Gran parte de los los estudios clínicos para esta vacuna se realizaron en Brasil y ella fue parte del equipo interdisciplinario que participó en el diseño y desarrollo de estudios clínicos. Experta en la biología, epidemiología y los diferentes tipos de virus HPV, en este proceso contribuyó al entendimiento de la historia natural de la infección y el riesgo de cáncer cervical.

Luisa habla cuatro idiomas y ha publicado en más de 290 publicaciones en revistas científicas. Estuvo en el prestigioso instituto Ludwig por 30 años -del cual también fue directora- y hoy ejerce como Profesora del Departamento Radiología y Oncología de la Universidad de Sao Paulo, Brasil. Tiene una energía, alegría y curiosidad inagotable. Es una persona que inspira y que tiene esa escasa y sagrada combinación de ser práctica y poética; emocional, romántica, y a la vez, positivista. Durante su carrera, ha luchado y trabajado por una educación y salud reproductiva y sexual sana, informada y accesible para todos y todas en Latinoamérica ¡Una referente y una ruidosa!

¿Por qué es importante este día contra el HPV (International HPV Awareness day)?
La idea es crear un movimiento de concientización. A veces la gente no se sabe mucho y la información es confusa: ¿qué es HPV? ¿qué enfermedades causa? ¿ cómo se transmite? ¿por qué es importante? Muchas veces no se entiende que actualmente existe la posibilidad de prevención para niños, niñas y jóvenes. Si bien el virus puede crear un cáncer a largo plazo, las personas no sienten que es un urgente y eso es un problema. Sobre todo porque la infección en sí misma no da señales ni síntomas, pero uno puede estar infectado o su pareja, y no sabe. Por eso, hay que hacerse el test, lo cual no es una rutina. Informarse sobre HPV es parte de algo mayor: es importante hablar de salud y de los cuidados de mujeres y hombres en el plano de la salud sexual y reproductiva. Nuestra región tiene tasas muy elevadas de cáncer uterino. Por ejemplo, Bolivia y Brasil tienen porcentajes muy altos de mujeres que mueren de cáncer de cuello uterino porque nunca se habían testeado. Y esto porque falta prevención y cuidado reproductivo en general.

¿Qué porcentaje de infectados con virus se convierte en cáncer?
20% del total aproximadamente. De las personas infectadas, el cáncer es menos del 1%. La infección es peligrosa, que puede generar enfermedades y es muy contagioso. Si bien no todas las infecciones por HPV pueden llegar a cáncer -algunas son benignas-, hay que tratarlas, cuidarlas.

¿Por qué no se sabe tanto de HPV? ¿Qué dificultades enfrentan en esta cruzada de concientización?
Por una parte, la falta de urgencia. No es como otras enfermedades que te pueden pasar hoy y son fatales.  El HPV es a largo plazo y la vacuna permite prevenir. Si bien el virus puede crear un cáncer a largo plazo, no se entiende como un problema urgente.
Por otra, creo que hay una cuestión de prejuicio que se asocia este virus porque es de transmisión sexual. Se genera un estigma, una idea de que solo le pasa a mujeres que tienen más parejas, que es este tipo de “mujer” es la que estaría bajo riesgo y eso no es verdad. No tienes que tener muchas parejas para estar infectado necesariamente. Además, se le suma la idea de que, al vacunar a niños y niñas en la edad correcta (varía entre países pero generalmente es entre 9-14 años, antes de iniciar actividad sexual), tengo que pensar en la posible vida sexual que tendrá más adelante. Y es como, “¡Mi niñita de 10 años ni siquiera sabe qué es esto! ¡Por qué le voy a poner la vacuna! Todavía ni elige como vivir su vida sexual.” Y es prevenir algo que es a largo plazo y que se siente muy lejos. Y sabemos que para las enfermedades que puede causar HPV es efectivo el uso de condones. Sería ideal incorporar la conversación del HPV en la educación sexual y nuestros programas de salud. Hay que hablar abiertamente.
En una persona inmunológicamente competente, la vacuna previene de muchos tipos de HPV. Asimismo, si uno ya empezó su actividad sexual, independiente de la cantidad de parejas que haya tenido o hace cuanto tiempo empezó la actividad sexual, la vacuna es una buena manera de prevenir.

¿Hay alguna contraindicación con la vacuna?
Solo el dolor localizado muscular en el punto de la vacuna, cosa que sucede a veces con vacunas. Pero, en ningún caso en los 10 años de seguimiento a personas vacunadas, ha habido algún incidente específicamente asociada a la vacuna misma. Es considerada por OMS como una vacuna segura. Y en caso de vacunas de prevención, hay que pensar en lo importante que son las vacunas en la inoculación e inmunización de la población a gran escala y como se puede disminuir o incluso erradicar ciertas enfermedades.

Entendiendo que parte muy importante de masificar esta vacuna es acceso a información y salud reproductiva y sexual, ¿qué rol han cumplido los gobiernos y sistema de salud de países en facilitar acceso a esta vacuna?
Cuando se creó la vacuna en 2006, algunos países partieron rápidamente porque vieron que era la manera de controlar enfermedades al tener una vacuna segura. Estados Unidos fue el primer país, pero lamentablemente por la manera que funciona el sistema de salud ahí, la cobertura de esta vacuna en la población es muy poca.
Australia ofreció vacunas a todas las niñas y mujeres entre 10-26 años y ¡lo hicieron de una manera muy determinada! El investigador Ian Frazier, que fue uno de los que desarrolló la partícula para la vacuna, es australiano y su gobierno le creyó a él y a la vacuna y lo apoyó.    En cadena, otros países siguieron esto pero el problema inicial es el costo y los países parten cons segmentos- ofreciendo la vacuna para la población que más lo requiere y donde será efectiva. Es una vacuna recombinante que tiene costo alto, como son varias al principio, es caro y todavía no es masiva.  Hay 80 países en el mundo que ofrecen la vacuna del HPV gratis para una población, principalmente de niñas, mujeres y personas con VIH (quienes son considerados de alto riesgo por tener sistema inmune comprometido).
Por ejemplo, Brasil ofrece la vacuna hace cuatro años para personas que son VIH positivo de manera gratuita.  Pero para que se lo pongan tienen que tener indicación médica que diga a VIH positivo. Y aquí surge otro problema -lo cual es una barrera- porque hay que ir a un puesto de salud y declarar que se es VIH positivo para obtener la indicación médica. Hay que pensar en cómo se implementa porque no es sencillo. Además, es un virus y vacuna que tiene que características que complican la comunicación de forma masiva. Por eso, creemos que esta campaña es importante porque la vacuna está disponible pero no se sabe muy bien. No hemos logrado comunicar e informar lo suficiente. El tratamiento de la vacuna es tan efectivo y, además, ha disminuido lentamente el cáncer hepático.

¿Cómo se hizo esta vacuna contra el HPV?
Este producto fue resultado de investigadores en laboratorio. Yo entré a trabajar con estos grupos después de los estudios en animales. Se demostró que la vacuna los protegía al 100% contra enfermedades generados por el virus. Entonces se empezó a testear en humanos.
Yo entré a trabajar con Merck and Company, que estaba haciendo esto. Merck compró el desarrollo tecnológico para hacer la vacuna (al ser vacuna recombinante requiere otra tecnología que las más comunes vacunas que son virus inactivado). Habían solo dos compañías que estaban desarrollando pruebas clínicas en paralelo, el mismo desarrollo tecnológico (pedazos de capa de proteína de virus), pero distintas fórmulas, pero funcionan de la misma manera. Muy parecidas.
Ambas fueron en ensayos clínicos igualmente eficaces: los resultados mostraron que es 100% de protección a varios tipos del virus en  personas no expuestas al virus -personas que no lo tienen desde antes. En las pruebas clínicas, la gente que recibía la vacuna, no tuvieron enfermedades o síntomas, mientras que las personas que tomaron el los placebo, tenían lesiones en cuello de útero, verrugas, etc*.

*En los ensayos clínicos, para probar la eficacia de una nueva droga, se le entrega de manera “ciega”, sin que sepan, a los partícipes una dosis de la droga tal cual cual y a otra parte de los partícipes un placebo, lo cual es una sustancia que carece de acción curativa, que tiene el mismo aspecto, gusto y forma que un medicamento verdadero pero está hecho de productos inertes y sin ningún principio activo

¿Existen ejemplos de manufacturación de esta vacuna que se hagan a nivel estatal? Es decir, que el proveedor no sea una compañía privada?
Hasta el momento no. Pero, tenemos el caso de Brasil, donde sucede algo interesante porque tenemos fabricación de vacunas importantes a nivel estatal, y hasta el momento es el único país que hizo un contrato de transferencia de tecnología para poder eventualmente producir la vacuna contra el HPV de manera local. Una propuesta totalmente controlado y manufacturado por el estado.  Pero hacer esta vacuna un proceso tecnológicamente más difícil. No es lo mismo que otras vacunas ni algo más sencillo como ¡activar una sopita de virus! Brasil ya hace la vacuna contra fiebre de amarilla, por ejemplo, usando huevos de gallina para cultivar el virus que luego se desactiva. Tecnológicamente hacer eso es más simple que la vacuna del HPV, que requiere hacer (crear) partículas recombinantes que dependen de expresarse en levadura. Es más complejo . No es virus inactivado, es una fórmula creada que combina distintos tipos de virus HPV.

¿Cuál fue fue tu rol y experiencia personal y profesional en el desarrollo de la vacuna HPV
Siempre fui una de esas científicas que nosotros decimos, “¡se queda ahí encerrada en el laboratorio!”, una de estas que parecen científico loco con los pelos así para arriba, pero siempre me gusto estar ahí, en el laboratorio, haciendo experimentos, descubriendo, haciendo. Pero cuando Merck estaba buscando gente para que participara en sus estudios, me atreví a integrarme ¡Fue muy interesante ver esta contribución de académicos e investigadores! Yo nunca había hecho algo así, eso de estar en equipos multidisciplinarios con distintos conocimientos. Con el equipo fuimos trabajando y luego viendo los resultados y cuando empezaron a aparecer y vimos que la vacuna era efectiva, estábamos felices.

¿Cuál es tu conexión con la ciencia? ¿Cómo ha sido tu trayectoria y experiencia en el mundo de la ciencia?
Yo siempre supe, desde la escuela, que quería trabajar con algo de la naturaleza. Desde muy temprano busqué un laboratorio que trabajaba con microorganismos como bacterias y levaduras. ¡Y me enamoré de las levaduras*! Me encantaba todo lo que era estar en el laboratorio, hacer experimentos, lo que podíamos descubrir, hacer preguntas… Me gustó mucho esto de abrir el refrigerador y ver si algo creció en mi placa de petri! Es realmente una pasión. Mucha pasión. Y llevó a interesarme en muchas cosas y nunca estar cansada. Hasta hoy, nunca me canso de preguntar, nunca me canso de obtener información.

*Se usan las levaduras en procesos biotecnológicos ya que incluyen algunos de los organismos más ampliamente usados como modelo para la genética y la biología celular.

¿Has sentido inseguridad o duda en tu camino profesional, persiguiendo tu sueño de la ser científica?
Cuando empecé -o incluso cuando indagué en nuevos proyectos- tenía inseguridad y  miedo de fracasar. Claro que no conocía lo suficiente, y tenía miedo de que que fallaría, pero seguí. Y tuve una gran oportunidad realmente fenomenal al establecerse el Instituto Ludwig* para investigar  en cáncer en Sao Paulo. Hubo para mí un cambio importante en la gestión de investigación. Tuvimos ahí recursos -la plata- y un director muy competente y atrevido con ideas modernas, que quería conquistar y aprender cosas. Y eso realmente diseñó e inspiró una trayectoria para mí mucho más atrevida de responder preguntas relevantes. Algunas de esas preguntas relevantes sobre epidemiología -y el virus HPV-  que buscábamos, y luego pudimos, responder cuál es la historia natural de este virus, cuáles son sus características, cómo te infectas y qué pasa, cuánto tiempo dura, cuándo y qué probabilidad tenemos que que se desarrolle cáncer. Estuve en el Ludwig por 30 años.

*Instituto Ludwig: (IMB de Instituto Mises Brasil es una organización sin fines de lucro de Brasil centrada en la «producción y difusión de estudios económicos y ciencias sociales para promover los principios de libre mercado y una sociedad libre». Se dedica a la divulgación de la Escuela austriaca, a la que perteneció el economista Ludwig von Mises.

¿Y después del Ludwig Institute? ¿En qué has estado y qué se viene?
Bueno, luego de que el Ludwig cerró sus actividades en Brasil, entré a trabajar en la Universidad de Sao Paulo. Y volver a la universidad es otro esquema, y en verdad me costó mucho hacer la transición, porque extrañé dejar estructura de Ludwig, donde fui directora.  Ahora en la Universidad llevo ahí sólo ocho años. Y eso fue todo otra cosa ¡nunca había hecho un curso de docencia ni clases ni nada! Y volví a la Universidad -claro, había acumulado conocimiento y publicaciones- pero eso de estar enseñando en la universidad por primera vez, cosa que uno normalmente hace a los 40 años, yo lo estaba haciendo a los 60! Tuve que armar exámenes para alumnos y hablar de microbios! Tuve por primera vez estudiantes de 20 años, en su pregrado, a mis 60 ¡Demasiado interesante! Siempre me encantó enseñar, es muy bacán.
Me encanta discutir protocolos con alumnos, dar conferencias… ¡he dado tantas! Y claro, yo  al inicio me decía, “ay no sé quizás no lo haga bien”, pero ahí me lancé. Hablo de epidemiología y el virus HPV; hablo de la transformación de HPV a nivel molecular de las células que infecta, o también hablo de la historia natural de los cánceres que son causados, etc.

¿Tuviste referentes en el mundo de la ciencia que te inspiraron?
Al inicio no tanto. Recuerda que en los 70, cuando yo entré a estudiar en la universidad, ¡ni buscar información era algo tan fácil! Recibíamos los artículos científicos hasta tres meses después. Pero ¡(Alexander) Fleming me encantaba! Yo tenía su foto porque descubrió la penicilina! Fue una persona que, sin duda, me impresionó mucho. o podría decir que casi fue mi norte es la científica italiana Rita Levi Montalcini, que fue la primera mujer Premio Nobel en neurología. También fue un gran mentor el director del Ludwig Ricardo Brentani y otras personas que admiraba y pude acercarme.

¿Cómo te sientes en tu rol de vocera de una causa como la lucha contra el HPV? ¿Cómo ha sido tu experiencia de acercar la ciencia y el conocimiento al público de manera más masiva?
En verdad soy un poco tímida.  Soy muy académica, muy involucrada en mis cosas. ¡Sé que puedo cambiar! Incluso creo que con la edad cambio más fácilmente hoy que antes- más cercana a discutir estos temas y ser más coloquial. A veces es difícil porque doy una entrevista y la información que doy y el modo  me parece un poco cuadrado.
Te doy un ejemplo. Hace un tiempo di una entrevista a una revista brasileña dirigida a hombres, donde querían hablar del riesgo y prevención del HPV para hombres.  Y en Brasil se usa una expresión muy popular que se le dice al pene “bilao”. Entonces el periodista me dijo que llamaría su artículo, “¡Cuidado con tu bilao!”, que se traduce a “¡Cuidado con tu pene!” ¡La poronga! Y cuando el periodista me dijo eso ¡me puse como una vieja! Que ay, no, no no quiero mi nombre asociado a esto, y él lo cambio.  Solo para luego yo aprender que si hubiéramos dejado el título de bilao, el artículo hubiera tenido probablemente mucho mayor éxito.
Tuve una educación, por mi edad muy conservadora, a la antigua. Para los más jóvenes es muy difícil de comprender. Tengo una personalidad abierta, pero cuando me presento como académica, como profesora, es algo más formal – este ejemplo de la entrevista que te comento, en vez de hablar con términos populares. En grupo social o cercano si puedo, pero cuando suelo venir con posición muy formal que me da lata! Porque parece que pierdo oportunidad de llegar a más personas.

¿Crees que muchas enfermedades que históricamente han sido asociados a mujeres, o que afectan más a mujeres, han sido difícil de posicionarlas como prioridades? ¿Ha aparecido ese obstáculo con HPV?
Sin duda, creo que sí es más difícil. Nosotros decíamos “si esto fuera una enfermedad que afectase primero a los hombres y menos a las mujeres ¡estarían todos vacunados!”.  Que sea una enfermedad donde las mujeres están en alto riesgo y que puede afectar “supuestamente” más a mujeres con más parejas. La idea que tenga que ver con transmisión sexual, eso es lo que tenemos que cuidar y cambiar.

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